Penélope

Perdida entre labios secos

dejo ausencias de mi verte

Y si entre las grietas de este cubo

de cuatro tierras planas

sale un brazo y luego el otro

y otro

y dedos,

uñas del fango

y mil lenguas de sed

y tu pelo asoma de viento

y si, como raíces oscuras, me desgajaras entera

no verías ni un poco de lo que queda de mi

que ya no es sino

tus manos

que ya no recuerde

porque cuando deje de verte, amor

cuando resbale de lo que queda de tí

el agua se vuelve mi espejo

y ahí me veo:

dentro de esta caja

sólo yo

en todos los tiempos posibles

tanto como siempre

colgada de tu aliento

es que querer sentir tu perfume

ya me seca en furia

seca de tu mar

de horrores inmensos

qué es de todo,

sino la nada?

Sostengo tu ausencia

mientras embrujo mis días de esperanzas sutiles

creo…

y deshago mis hilos,

palabras últimas de mí,

como desgarrar el aire

pesado de tu falta

quién venías?

quién eras ahora?

con qué tremenda máscara ibas a mirarme?

con cuánto vértigo perderme

en los surcos de tu rostro nuevo?

con qué otros colores tenerme desnuda?

con qué manos arrebatar este abismo?

pero cómo, amor

volcar tu mar en mis ojos secos?

en esta caja

yo quería

ser sólo yo

mientras llegabas

mientras venías

se revolvía de tierra y viento seco

el cubo de cartón

que alzaba el mundo

mientras la tierra paría en polvo

yo pisaba el agua

y estuve de pie

cuando giraba el salto

del arriba en el abajo

del adentro en el afuera

del ayer…

resbalaron mis hilos

te dejo, amor

quien quiera que seas

cuando me veas ya no estaré

seré de aire como el mundo

y si como raíces entro a buscarte

por las fosas de este cubo

no temas

no eres sino

sólo tú