Particular

Me encanta lo que estamos haciendo con la palabra amor. Que verbo, que irregularizado, que des generado, multi gerundizado, lanzándose deriva incierta, cuántica.

Es vincular lo que se haga con el lenguaje, político, potente, mágico.

Des generarse, multicategorizarse en fuga. Particularizarse hasta el punto de volverse partícula, política, potente, cuántica.

La gravedad que imanta las cuerpas y las cosas, atraviesa la hondura de las dimensiones, la maya en pliegues de los espacios-tiempos. Magnético azar, político, vincular, amoroso.

Justo antes de que alivie la fuerza del recuerdo que se danza ósmosis, una y otra vez entre mis poros, veo,
uno a uno, instantes nuestros.

Se me desglosan momento, de momento, trayendo cada curva, particularizándose, un bálsamo de multitudes cromáticas, a mis sentidos, ávidos, regocijantes, con la magia posible de volver a sentirte ahora. Tiempo. Trama. Hondura. La gravedad y la gracia.

Y luego el recuerdo cesa, mengua. Sustraerse de las olas en las bocas con sabor del mar. Sustraerse del lenguaje.

Se disuelve la forma, se funde lo vivo líquido a un sólo cauce, vena, túnel, circular, esférico pulso. Respirado como vagando el aire, afortunado improvisto, de sernos el mismo y otro aliento, marea, campo. Tiempo.

Somos el puente, éste y el otro lado. Intersecciones, sobre, a través, a lo largo de las dimensiones. Tiempo. Trama. Hondura. Pliegues.

Desplegarse de las hebras, diseño del tejido vivo que partícula a partícula, en nuestras singularidades estados, de las cosas, de las cuerpas, componemos. Que estamos componiendo.

Lenguando, lenguaje. Lenguas, oleaje, amor.

Es vincular lo que se haga con el lenguaje, político, demiúrgico, brujo, poiético, cuántico.

Vuelven a brotar las fibras desde mis ovarios: estoy tejiéndome, estoy vistiéndome nos, con la cera abeja de la flor del agua colectiva.

Qué atrapo, y destruyo, también yo araña en estas redes, que artesanalmente me sentido tras sentido, tras sentido instante nos constelo a presencia, a captura por un momento, particular, hasta haberlo degustado profundo fundido hueso de mis huesos. Tragar lo crudo también nutre.

En lo más profundo de lo más distinto, de lo más privado, la partícula poro, amor, es quizás también lo todo, abriéndose, amor.