más de las tres

no hay nada
particular
que me particularice

no es ni mi hambre
ni el contorno 
de este rostro

no lo que hago
no lo que digo
ni lo que pienso
ni lo que gozo

tampoco este dolor
de muerte
-hastío
del desembarco

me aprisiona la muerte
a este nudo
vientre
de lo que no he dejado
correrme río

me detiene forma
ligamén
atadura 

me sustrae de la posibilidad
de decirme mía
ni de nadie
ni nada
que pueda detenerse
-aquí
con ésta misma
sumergida mezcla
de lo que estanque el fuego 

ni me curva de horizonte
ni me tiempo que me teja
enhebrando historia
-memoria
de los nombres 
que tallamos carne
sobre las cosas

me desaguo 
cromática
goteándome por las encías
de todo lo frágil 
del tiempo
que se tuerce

me ardido el puente
enredándose viento
entre las piernas
de la casa

qué hora la que haya que esperar ahora?

el veneno al oído
que lo desgrana 
eco último esgrimiendo 
lo que se va del día
-yo sé de la herida
en la función del recordar, 
caracol

este codo 
que cae
roído del destierro

exiliándose del habla
oleaje cósmico
de lo todo que posible
-nada particular-
a ésta piel
desgarbando su sombra 




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