amo presenciar ese momento en que algo se enciende.
me seduce sostener abierto
el espacio de lo posible, de lo incierto,
de lo pulsante,
el lugar para que emerja lo que todavía no existe.
crear.
escuchar la tensión justa -cósmica- para que asome
aquello que seamos capaces de decirnos
y de vernos.
atravesando valientes el vértigo
de desafiar lo dislocado,
liberando la materia, lo vivo, el alma, el espíritu,
los ojos, la boca, las manos, los pies,
el juego, el tiempo, las certezas,
del dominio de lo instituido.
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